Aprender para ser más libres.


¿Te preguntaste alguna vez qué pasaría si dejásemos de querer ser inteligentes, de ser cuestionadores, de ser reflexivos? 
Yo creo que esto no va a ocurrir nunca, y tengo la esperanza de que cada día, cada uno de nosotros tendrá más ansias de conocimiento. Cada vez que me enfrento a un alumno que rechaza el aprendizaje solo veo su falta de seguridad, falta de confianza en su capacidad y para no arriesgarse a fallar pone el freno antes. 
Si te viste en esta situación alguna vez, y puedes reconocerte, ya has dado el paso más importante. De aquí en más solo tienes que superarte. Intentar, con voluntad, es ya la primera muestra de inteligencia. Todo lo que sigue es ganancia.
No te culpes, las frustraciones con las que cargás son responsabilidad nuestra, del mundo adulto que te trajo y te dejó este lastre...
Debemos siempre perfeccionarnos, es decir, mejorar lo que ya somos. Si no... ¿para qué todo?
Anahí Caraballo

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